jueves, 5 de enero de 2017

Mientras tanto, en México...


¡Este fin de la Historia no nos da el menor respiro, chicos! La furia mexicana contra los ajustes de Peña Nieto no cede. En lo que se ha dado en llamar "Gasolinazo", el gobierno de ese país decretó aumentos de hasta el 20 % en los combustibles, lo que desató la furia popular: protestas, saqueos y sensación de fin de régimen (Llamando a Mauricio, llamando a Mauricio...). Así lo resume Agustina Arredondo en Página/12:


Título: Saqueos y movilizaciones en seis estados de México por el aumento de combustibles

Epígrafe: Los incrementos rondan el 20%. Ya hay 600 detenidos, un muerto y por lo menos 250 estaciones de servicio han sido saqueadas.

Texto: Las autoridades mexicanas informaron que hay al menos 607 personas detenidas y un policía muerto por las protestas contra el aumento  de hasta el 20 por ciento al combustible en seis estados. Del total, 430 están en comisarías en el Estado de México y 76 en la Ciudad de México. El resto, en los estados de Michoacán, Hidalgo, Veracruz y Quintana Roo.

La Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio informó que hay al menos 250 comercios que fueron saqueados “en su totalidad” en todo el país por los “disturbios” que se extendieron hasta la madrugada del jueves.

La Secretaría de Hacienda anunció a fines de diciembre que el precio por litro de la gasolina Magna sería de 15.99 pesos (0,75 dólares), el de la Premium 17.79 pesos (0,84 dólares) y el del diésel 17.05 pesos (0,80 dólares) con alzas que van desde el 14 al 20 por ciento.

Solamente en la capital mexicana hubo 38 movilizaciones contra la decisión, 16 bloqueos en gasolineras y 15 calles cortadas. La secretaria de Gobierno de la Ciudad, Patricia Mercado, detalló que siete de los detenidos por los 29 saqueos que registraron entre ayer y hoy son menores. La funcionaria aseguró que hoy amaneció "en calma" aunque sigue habiendo manifestaciones. 

El presidente Enrique Peña Nieto dijo ayer en conferencia de prensa que “no permitirá abusos de quienes se excusan con la medida para cometer tropelías” y envió 9 mil policías federales y 13 helicópteros a la Ciudad de México.

Ayer circuló un rumor sobre un "toque de queda" con presencia de grupos armados en todo el Estado de México, pero las autoridades lo desmintieron. No obstante, sí hubo anuncios en dos municipios. 

José Manzur, secretario de Gobierno, confirmó que hay 430 detenidos en 75 comisarías y que cuatro de ellos son policías que aprovecharon el conflicto para robar un supermercado. Manzur subrayó que “no se van a permitir más actos vandálicos” y pidió el refuerzo de 500 mil policías federales para enviarlos a los municipios con más saqueos.


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Por su parte, Bárbara Funes contextualiza así los eventos mexicanos para La Izquierda Diario de hoy:


Título: Claves sobre el gasolinazo y las protestas en México

Epígrafe: Alza en combustibles, en tarifas eléctricas y en los precios al consumidor. El gasolinazo canalizó el enojo popular contra el gobierno de Peña Nieto y las protestas se extienden en todo el país.

Texto: Según varios analistas, la decisión de aumentar los precios del combustible, se trata del peor error que ha cometido el desprestigiado gobierno de Peña Nieto. Desde el primer día de este año, los incrementos fueron de 14.2% en el precio de la Magna; 20.1% para la Premium y de 16.5% para el diésel, con respecto al precio máximo observado en diciembre de 2016. Estos aumentos regirán hasta sólo el 3 de febrero de este año. Luego los precios subirán más.


Aquí, las claves de la crisis que parece no tener fin para el gobierno mexicano.

1. Peña Nieto había afirmado que no habría más aumentos de combustibles el 4 de enero de 2015. Pero tras el anuncio triunfal, sucedió todo lo contrario. El actual gasolinazo se da luego de sucesivos aumentos que se verificaron desde 2015 y vienen más con la liberación de los precios de la gasolina, que se regirán por los movimientos del mercado.

2. En lo que va del gobierno de Peña Nieto, se registraron alzas de 32% en la gasolina Magna; de 38.1% en la Premium, y de casi 37% en el diésel, que costaba 12.49 pesos promedio en 2013. En 2017 el salario mínimo es de 80.04 pesos y el precio máximo promedio de gasolina Magna es de 15.99 pesos por litro. Con el salario mínimo de un día se puede comprar sólo cinco litros, contra los casi 30 que se podían adquirir en 1979.

3. Así es que los precios de los combustibles estarán atados al dólar, que no ha dejado de subir (ya está rozando los 22 pesos mexicanos por unidad) desde que Donald Trump desplegó su campaña electoral contra los migrantes y contra el Tratado de Libre Comercio de las Américas, amenazando con retirar a EE.UU. de ese acuerdo. Esto se combina con el riesgo inflacionario: el aumento en los combustibles ya llevó al alza de las tarifas eléctricas y de precios de productos de la canasta básica, que golpean la economía de las familias trabajadoras. Ya antes de estos anuncios, las previsiones de crecimiento económico eran sombrías. Se habían reducido hasta oscilar entre un magro 1.3% y 1% para este año. Esto se suma al riesgo de la deuda externa, que asciende a más del 50% del producto interno bruto.

4. Según un mapa elaborado por la US Energy Information Administration, los precios de referencia de la gasolina en la costa del Golfo de Estados Unidos son de 2.08 dólares por galón (3.78 litros). De acuerdo con el tipo de cambio actual, el litro de gasolina en Estados Unidos es 22% más económico que en México.

5. Mientras tanto, el gobierno -con la complicidad de la burocracia sindical petrolera encabezada por Carlos Romero Deschamps- ha avanzado en el vaciamiento de la empresa paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex), así como el remate de sus instalaciones y campos petroleros en beneficio de las grandes trasnacionales. Esto es la aplicación de la reforma energética, diseñada por el equipo de Hillary Clinton cuando era secretaria de Estado. El gobierno y los medios de comunicación a su servicio han pregonado que Pemex estaba en crisis, para devolver al capital privado la explotación de los energéticos, recortaron el presupuesto para operación y mantenimiento, y realizaron decenas de miles de despidos, todo para recortar la producción y acelerar la entrega. Una de las consecuencias fue convertir a México en importador de combustibles y la apertura al capital privado de su distribución y comercialización. Es así que son empresas como Oxxo-Gas y Petro-7, entre otras, las principales beneficiarias del gasolinazo.

6. Pero no todo son números. El gobierno de Peña viene golpeado por la crisis abierta con la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa y la masacre de Iguala, cuando dejó de ser el favorito de la prensa internacional e inició su caída en desgracia. Tras Ayotzinapa, el intento de imposición de la reforma educativa enfrentó la resistencia del magisterio en varios estados del país, llegando a la misma capital. La respuesta fue la masacre de Nochixtlán, aun impune, en junio de 2016. Y así recibió el magisterio recibió el amplio cobijo de un movimiento democrático que tomó las calles contra la represión. La lucha se extendió incluso en la capital del país, recordando en parte a la primavera magisterial de 1988-1989. La dirección de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), a pesar de la gran disposición a la lucha de maestras y maestros, priorizó la negociación y el diálogo con el gobierno y el magisterio se replegó, sin llegar a nuclear al conjunto de la clase trabajadora.

7. Con la visita a México del entonces candidato del partido republicano a las elecciones presidenciales de EE.UU., Donald Trump, se abrió un nuevo capítulo en la crisis del gobierno de Enrique Peña Nieto. Fue recibido como un jefe de Estado cuando aun no lo era, dando muestra del servilismo que caracteriza a la “casta política”, siempre dispuesta a arrodillarse ante el “amo” de turno. Hoy el magnate xenófobo que basó su campaña electoral en desplegar todo tipo de insultos y amenazas contra los migrantes mexicanos, y que es ampliamente repudiado al sur del río Bravo.

8. Ahora, en los 32 estados del país se han dado protestas y bloqueos carreteros y de gasolineras contra el gasolinazo. Participan operadores de camiones, automovilistas, pobladores, agricultores, ganaderos, jóvenes, maestras y maestros. Hay indignación entre trabajadores de distintos sectores, como los telefonistas. Mientras tanto, el gobierno de Peña Nieto, los empresarios, las trasnacionales y los grandes medios de comunicación quieren sembrar el pánico con rumores de vandalismo y el despliegue de la policía y el ejército. Temen la irrupción en las calles de la clase trabajadora, las mujeres y la juventud.

9. El rechazo que concitó el gasolinazo objetivamente pone en cuestión la subordinación a los planes del imperialismo estadounidense. Andrés Manuel López Obrador, líder nacional del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ha señalado que sus diputados y senadores no votaron la reforma energética. Y contra el gasolinazo sostiene la política de la “resistencia civil y pacífica”-es decir, esperar a las elecciones del 2018 para “sacar al PRI de Los Pinos” mediante el voto, evitando que el movimiento se extienda y radicalice-, resulta impotente ante una lucha que para triunfar debe romper las cadenas económicas, políticas, militares y diplomáticas que impone el gobierno de Estados Unidos a México.

10. La clase trabajadora y sus familias -que constituyen la mayoría de la sociedad-son quienes pueden poner en jaque al gobierno paralizando con sus métodos de lucha la industria y los servicios, retomar las legítimas demandas del resto de los sectores de la sociedad y encabezar la movilización con un programa obrero ante la crisis, donde echar abajo la reforma energética y la renacionalización de las áreas privatizadas de Pemex, sean parte de una política de ruptura de la dependencia del país ante el gobierno de Trump y en defensa de la soberanía nacional. ¡Que la crisis la paguen los capitalistas!

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