martes, 12 de abril de 2016

La hora del 1%


Bueno, comenzó el golpe de estado "institucional" en Brasil: una comisión parlamentaria aprobó abrir un proceso de "impeachment" contra la presidenta de ese país, Dilma Rousseff. La aplanadora mediática, los niños ricos con tristeza y una serie de ONGs al servicio del Imperio facilitaron el establecimiento de un clima social sin precedentes. Por supuesto, la corrupción endémica brasileña, en particular en la empresa estatal Petrobrás, ayudó y mucho para la legítima sensación de hartazgo que se siente en buena parte de la clase media. Pero que nadie se engañe; en Brasil se sepulta un proceso redistributivo para dar lugar a una nueva fase de concentración del capital. 

La resolución de la comisión parlamentaria debe aún ser aprobada por diputados y senadores. Sin embargo, aún evitando el juicio político, el poder de Dilma estará tan diluido que cualquier manifestación progresista de su gobierno puede descartarse de antemano. "Hambre cero", "Tres comidas diarias" y otras consignas caras al PT pasarán al olvido. Como en la Argentina, llegó la hora de los ultrarricos, ese 1% que manejará a partir de ahora buena parte del Brasil.

Así cuenta las novedades Russia Today:     


Título: Brasil: Comisión parlamentaria aprueba abrir juicio político contra Dilma Rousseff

Subtítulo: La comisión especial de diputados ha dado la luz verde al 'impeachment' contra la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

Texto: En Brasil ha comenzado una semana de tensión política que decidirá el destino de la presidenta del país, Dilma Rousseff. Este lunes una comisión especial ha llevado a cabo una votación para enviar al plenario de la Cámara de Diputados el proceso de juicio político a la mandataria, informa la cadena Globo. Los 38 de los 65 miembros que componen la comisión han votado a favor del procedimiento para su destitución.

Con su decisión la comisión ha determinado que hay una base legal para el juicio político contra la mandataria por presuntos casos de corrupción. Ahora la medida la abordará el pleno del Congreso. Después el caso pasará al Senado, que será la última instancia que decidirá el destino de Dilma Rousseff. Así, el próximo viernes se realizará la votación de los 513 legisladores, que podrá extenderse hasta el domingo 17.

No obstante, algunos políticos se han preparado de antemano para esta decisión. Así lo hizo el vicepresidente, Michel Temer, quien ya había grabado su discurso para una eventual destitución de la actual mandataria.


"Un intento de golpe de Estado"

Mientras tanto, la población ha salido a las calles del país para apoyar a Dilma Rousseff, en una demostración en la cual también participa el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, quien ha tachado como "una estafa" y "estrategia de golpe de Estado" la decisión adoptada por la comisión especial.

"No golpeen a la democracia. Dejen a Dilma gobernar. La democracia es la que permite la rotación de poderes", declaró el político.

El miércoles pasado la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados recomendó abrir un procedimiento para la destitución de la presidenta Dilma Rousseff. El relator del comité ha considerado que la mandataria debe ser investigada por manipulación de las cuentas públicas durante su primer mandato. A su vez, Rousseff ha recalcado que no existen argumentos para este proceso y ha calificado las acusaciones en su contra como “un intento de golpe de Estado”.

El procurador general de Brasil, José Eduardo Cardozo, por su parte, también calificó el proceso de juicio político contra la presidenta brasileña de “infundado e ilegítimo”. Según sus palabras, no hay base constitucional para un juicio destinado a la destitución de la presidenta, así que realizarlo sería "un golpe de Estado". Además, Cardozo acusó al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, de intentar vengarse de Rousseff por no apoyarlo "para evitar el proceso" por presunta corrupción iniciado contra él por la Corte Suprema de Brasil a principios de marzo.

El politólogo y profesor de relaciones internacionales, Bruno Lima Rocha, por su parte, ha comentado a RT que, las fuerzas de la derecha están atentando contra la Constitución del país para debilitar el derecho laboral.

"Lo que quieren (...) los que apoyan el 'impeachment' es rasgar la Constitución brasileña, rasgar los derechos laborales y terminar con lo que sería una concepción del estado social de derecho en Brasil, que tiene sus fallos, sus problemas, es bastante represivo, pero por lo menos sigue la letra fría de la ley y tendría que atender los derechos básicos de la población", afirma el experto.


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Así lo cuenta, por su parte, el diario español El País:


Título: ‘Impeachment’ de Dilma Rousseff, los pasos pendientes

Subtítulo: El juicio político a la presidenta de Brasil aún tiene que pasar por al menos dos votaciones

Texto: Una comisión parlamentaria especial del Congreso de Brasil aprobó anoche en una sesión bronca iniciar el proceso de destitución parlamentaria (impeachment) de Dilma Rousseff por 38 votos a favor y 27 en contra. Se la acusa de haber maquillado las cuentas para encubrir el déficit público (pedaladas fiscales, lo llaman en Brasil). Es el inicio de un proceso que todavía tiene mucho camino por andar. Estos son los siguientes pasos.

1. El Congreso debe dar el visto bueno. El pleno del Congreso debe ahora votar, a partir del viernes, las recomendaciones aprobadas anoche por la comisión. Los oponentes de Rousseff necesitan el voto de dos tercios de los 513 diputados (342) para que el proceso siga adelante. Si un tercio (171) o más vota en contra del impeachment o se abstiene, el proceso se detiene en el Congreso. El presidente de la Cámara, Eduardo Cunha, un feroz crítico de Rousseff, no podrá votar.

2. El juicio del Senado. Si la presidenta perdiese la votación en la Cámara baja, el Senado deberá votar entonces si impulsa someter a Rousseff a juicio político. Pero entonces es necesario que el Tribunal Supremo dé un calendario para saber cómo debe procederse y los tiempos para ello. Los cálculos apuntan a que este paso podría estar cumplimentado a principios de mayo.

3. La posible suspensión provisional. En el caso de que el Senado votase por mayoría simple aceptar el caso, Rousseff sería inmediatamente suspendida al comienzo del juicio, y el vicepresidente Michel Tener se convertiría en presidente en funciones. El senado tiene 180 días para llevar a cabo el juicio, que sería presidido por el presidente del Tribunal Supremo, Ricardo Lewandowski. Los analistas consideran que sería un proceso rápido, dada la crisis política que vive Brasil, y que a finales de mayo podría estar concluido.

4. El fin del impeachment. Así, si dos tercios de los 81 senadores (54) votan a favor del impeachment, Rousseff será despojada de sus derechos políticos y no podrá presentarse a la reelección durante ocho años. Michael Temer deberá ser confirmado como presidente para el mandato pendiente de Rousseff, que concluye el 31 de diciembre de 2018.

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