lunes, 21 de enero de 2013

Mali


Bajo el título “Hollande llama a la batalla”, El País de Madrid publica un largo artículo a cargo de Miguel Mora sobre la invasión de tropas francesas a Mali en los últimos días (http://internacional.elpais.com/internacional/2013/01/18/actualidad/1358539809_991186.html). Hemos puesto en primer lugar el último párrafo del artículo, dedicado a reseñar la historia reciente de Mali (Malí para los españoles). Luego sigue el cuerpo central del mismo.

Algunos comentarios previos:
(1) Puede llegar a exasperar al lector el eurocentrismo descarado de este artículo, redactado desde el peculiar punto de vista de que Europa es una solución, no un problema, para los habitantes de Africa.
(2) Tampoco se debe poner nervioso ante la desconexión que el articulista realiza entre la reciente destrucción de Libia por parte de la NATO y los sucesos actuales en Mali (la “rebeldía tuareg” es calificada aquí como “lacra”).
(3) Conmueven los esfuerzos del autor de la nota por presentar al presidente socialista francés, François Hollande, no como el payaso conservador que realmente es sino como una especie de estadista sensible ante el llamado de los tiempos.
(4) A estas alturas resulta verdaderamente exasperante, insultante, la utilización de los fanáticos islámicos como excusa para casi cualquier cosa por parte de los países de la NATO. Hacen los trabajos sucios para destrozar países allí donde se los necesita (Libia, Siria, etc.), pero luego se los usa como excusa para destrozar otros países donde ya no se los necesita (Afghanistán, Mali).
(5) El énfasis del autor de la nota en los yacimientos de uranio de Mali podría resultar exagerado: (a) existen otros recursos naturales muy codiciados, como oro, tierras raras y, potencialmente, petróleo; (b) Mali limita al norte con Argelia y, en su frontera sudeste, está muy cerca de Nigeria, países que podrían constituir el objetivo último de la intervención que acaba de iniciarse.
(6) No por repetida deja de asombrar, francamente, la absoluta falta de dignidad del progresismo europeo en su conjunto. ¿Van a hacerse oir alguna vez, o los ideales se les escurren del cerebro cada vez que tienen que llenar el tanque de nafta? ¿Hasta dónde llega la abyección de esta gente? ¿Cuál es el límite?  
(7) El ala radicalizada de la comunidad musulmana de París probablemente esté preparando una respuesta a los acontecimientos de Mali. Un bombazo en el Louvre o la destrucción de Notre Dame son esperables en este contexto. Una recomendación prudente a esta altura de las cosas sería no visitar Francia este verano.

“Malí se convirtió en territorio colonial francés en 1898. El que fuera corazón de varios imperios, con Tombuctú, como resplandeciente centro intelectual, artístico y religioso hasta el siglo XVI, fue considerado por sus dominadores como un territorio muy inferior económica y políticamente a otros bajo su influencia, como Senegal y Costa de Marfil. En 1960 el país se independizó y llegaron décadas convulsas. Un cruento golpe militar dirigido por Moussa Traoré dio al traste en 1968 con el Gobierno socialista radical del líder marxista Modibo Keita. Una dictadura militar rigió el destino del país por 23 años, que estuvieron plagados de revueltas sociales, sequías y tres intentos de acabar con el régimen. A principios de los noventa, los tuaregs del norte iniciaron una rebelión en reclamo de su cultura y de su tierra. En 1991 el clamor por la democracia tomó las ciudades del país. La respuesta fue otro golpe de Estado y un Gobierno militar que facilitó la celebración de elecciones en 1992. La lacra de una débil economía y la rebeldía tuareg fueron los caballos de batalla de los sucesivos Gobiernos democráticos. En 2007, el conflicto de los hombre azules se exacerbó y ganó fuerza en 2011, con el flujo de armas y de combatientes que lucharon en la Guerra Civil libia. Mientras tanto, Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQIM) se hacía cada vez más fuerte en Malí y en países del entorno.

-Malí ocupa el puesto 175º en el Índice de Desarrollo Humano.
-La esperanza de vida es de 51,4 años.
-El 90% de los 15,5 millones de habitantes es musulmán.
-El 65% de su territorio es desértico o semidesético.
-En PIB per capita ocupa el puesto 160º de 181 países.

Malí, uno de los 25 países más pobres del mundo, nacido en 1960 como Federación de Malí a raíz de la independencia de Sudán y Senegal, era hasta hace apenas 12 meses un modelo de democracia africana. Con 15,5 millones de habitantes y una extensión vastísima, más del doble que Francia —con el Sáhara al norte, la sabana saheliana en el centro y los cultivos en el sur sudanés regado por el Níger—, el país donde Miquel Barceló pasaba varios meses cada año investigando con la arcilla y las termitas, y pintando sus acuarelas resonaba en los oídos occidentales como el último —o en fin, el penúltimo— paraíso perdido.

Músicos dotados de duende, talento y conciencia como Toumani y Mamadou Diabaté —los genios mandingas de la kora—, Ali Farka Tuoré y Salif Keita creaban marca Malí en todo el mundo; el gran Kanouté goleaba y ganaba títulos en España, los turistas fluían a millares hacia la milenaria Tombuctú para visitar los santuarios y las casas de adobe, y los musulmanes —el 90% de la población— acataban sin problemas el sistema constitucional laico moldeado en París para Alpha Konaré (ganador de las elecciones de 1992 y 1997) y prolongado luego por Amadou Touré, que fue investido presidente en unos comicios homologados por la comunidad internacional en 2002 y reelegido en 2007.

Todo cambió en 2011, cuando acabó la guerra de Libia. Los milicianos independentistas tuaregs de Ansar Dine, que habían permanecido marginados pero más o menos tranquilos durante décadas, lucharon como mercenarios para las tropas leales a Gaddafi, y regresaron a casa en sus veloces camionetas sin techo, armados hasta los dientes con trastos de todos los calibres y pesos posibles (metralletas, cañones, blindados, baterías antiaéreas…), adquiridos a buen precio en el enloquecido bazar libio.

Tras aliarse con los yihadistas de Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI), que controlan un círculo inmenso de arena que va desde el Atlántico hasta Chad y desde Níger al sur de Túnez, y con el Movimiento para la Unidad y la Yihad en África Occidental (MUYAO), los tuaregs lanzaron la rebelión en enero de 2012; en unas semanas conquistaron tres regiones del norte y declararon la sharía, la ley islámica. Enseguida empezaron las lapidaciones, las amputaciones y la destrucción del patrimonio histórico. Cientos de miles de malienses huyeron al sur y a los países vecinos, agudizando así la hambruna de millones de personas en el Sahel.

Descontentos con la débil respuesta del presidente, soldados del Ejército regular, que habían sido entrenados por Estados Unidos, que invirtió 500 millones de euros en su formación, se pasaron al enemigo con armas y bagajes, y depusieron a Touré. La mediación de la CEDEAO, la Comunidad Económica de Estados del África Occidental, consiguió en abril colocar al civil Dioncounda Traoré como presidente de un Gobierno de unidad nacional provisional. Pero una turba atacó al nuevo líder, que tuvo que volar hasta París y necesitó dos meses para recuperarse del susto y las heridas antes de volver a Bamako.

La intervención en Malí fue aprobada en la ONU pese a que la embajadora de EE UU la calificó de “plan de mierda”

En septiembre, Traoré pidió ayuda a la comunidad internacional alegando que los rebeldes seguían ganando posiciones. La ejemplar democracia maliense no controlaba su territorio. Había sucumbido al terror.

Mientras todo esto pasaba, en Francia hubo elecciones. Y ganó François Hollande. La doctrina de François Hollande sobre África es una especie de revolución que trata de sanear las muy corruptas y podridas alcantarillas del neocolonialismo francés. Consiste en afirmar que la Administración ha dejado atrás para siempre los hábitos de la Françafrique, ese término despectivo que describe la complicidad de Francia con los dictadores títere para esquilmar a conciencia las materias primas de la zona y financiar luego bajo cuerda las necesidades, personales o partidarias, del sistema político de París. El mensaje es que la larga fase histórica marcada por las maletas llenas de billetes llegando al Elíseo es cosa del pasado. Que África es adulta y debe gestionar y decidir su futuro. Y que las intervenciones más o menos caprichosas de las tropas francesas asentadas en las bases de Chad, Burkina Fasso, Níger o Costa de Marfil, por citar solo algunas, son cosa del pasado.

Siguiendo ese dogma, y tras retirar nada más llegar al poder a las tropas de Afganistán de forma anticipada, los asesores de Hollande en el Elíseo, Exteriores y Defensa elaboraron un plan para afrontar el espinoso dossier maliense. El proyecto fue ampliamente debatido, votado y rezagado en la ONU, aunque finalmente fue aprobado en diciembre pese a la oposición inicial de la embajadora estadounidense, Susan Rice, que lo calificó públicamente como —la cita es textual—, “un plan de merde”.

El “plan de mierda” consistía en ayudar al Gobierno de Malí a frenar el avance de la rebelión “terrorista” con tropas estrictamente africanas, reclutadas por la CEDEAO y puestas bajo el mando de un general nigeriano asesorado por un puñado de oficiales franceses. Estas tropas se unirían al desmoralizado y muy impopular Ejército regular maliense para reconquistar el norte, y en vez de ser instruidas por EE UU —visto el éxito obtenido— estarían formadas por 450 instructores europeos. La UE, la ONU, la Unión Africana, e incluso Rusia y China, consideraron que podía servir, y el Consejo de Seguridad aprobó en diciembre la resolución 2.085 autorizando el despliegue.

Pero todo se precipitó de nuevo el 10 de enero. Ese día, los grupos islamistas y otros parientes tomaron Konna. Situada en el centro del país y a escasos kilómetros de un aeropuerto, se trata de un lugar demasiado peligroso y estratégico como para haber sido elegido al azar. La ofensiva de los terroristas hacia Bamako había empezado.

François Hollande trata de sanear las muy corruptas y podridas alcantarillas del neocolonialismo francés

Tras debatir con su Estado Mayor y los jefes de los servicios de inteligencia interior y exterior, Hollande reunió el día 11 al Consejo de Defensa en el Elíseo y dio la orden de ataque a los aviones Mirage aparcados en la base de Chad, muy cerca de la capital, Djamena. En ese momento, según ha escrito Christophe Barbier en L’Express, Hollande decidió “ser comandante en jefe para convertirse, finalmente, en jefe de Estado”. En unas horas, la metamorfosis del presidente al que muchos apodan Flanby por su blandura asombra a los franceses. No solo rectifica su flamante política africana no intervencionista sobre la marcha para “asegurar la existencia del Estado de Malí”. También, explica con determinación ante las cámaras, ha dado la orden de enviar un comando de la Dirección General de Seguridad Exterior (DGSE) a Somalia. Francia tiene allí a un espía (seudónimo Denis Allex) secuestrado por la milicia yihadista Al Shabab desde hace tres años y medio. El asalto de las fuerzas especiales, cinco helicópteros y 50 militares, fracasa en el intento de liberar al rehén. Mueren dos soldados franceses, otros seis resultan heridos, y Allex es asesinado por sus captores. Según París, el asalto acaba también con la vida de 17 terroristas. El mismo día, Francia sufre la primera baja en Malí, un piloto de helicóptero del regimiento de Pau.

Pese al desastre inicial, Hollande envía un doble o triple mensaje de firmeza. Al “islamogansterismo”, a los socios euroatlánticos que se permiten menospreciar a Francia en la ONU o la UE, y a sus asustados conciudadanos que temen haber elegido a un jefe de Estado incapaz de gestionar las crisis importantes. El recado dice: “No nos chantajearéis con los secuestros, no os dejaremos destruir las precarias democracias africanas, Francia sigue siendo mucha Francia”, y su Ejército, señala Barbier, “está preparado para adaptarse a los peligros contemporáneos y las nuevas amenazas”.

Si hace diez años Jacques Chirac prefirió eximir a sus paisanos de la guerra de Irak, Hollande, asesorado ahora por el nuevo equipo de comunicación del Elíseo, fichado en diciembre para tratar de remontar la popularidad hundida en los primeros meses de su mandato —un 35%—, comparece ante el país solemne, firme, determinado. Los partidos, sin excepción, aprueban sus decisiones, se forma un raro clima de unidad nacional —durará apenas una semana—. Pero pronto queda claro que su nuevo traje no gusta en Europa. Alemania, Reino Unido y España prefieren mirar hacia otro lado ante la petición de colaboración francesa y se convierten en el enemigo en casa.

Hollande desdeña las afirmaciones que señalan que la intervención busca proteger a las compañías que extraen materias primas baratas

Dos medios conservadores, Financial Times y Frankfurter Allgemeine Zeitung, lideran la corriente de opinión. Al intervenir en solitario en Malí, afirman: Hollande ha cambiado sus principios sobre la marcha, resucita viejas actitudes colonialistas y defiende intereses económicos más o menos ocultos, además de lo obvio, intentar ganar popularidad con una intervención armada.

Hollande replica a las críticas. Afirma que Francia no tiene la menor intención “de quedarse” en su ex colonia, y asegura que la operación en Malí, que solo busca defender a los ciudadanos franceses, será “una excepción” a la regla general. Ese nuevo Hollande, que parece menos sincero de lo habitual, desdeña incluso las afirmaciones que señalan que la intervención busca proteger a las compañías que, como el gigante nuclear Areva, extraen materias primas baratas en la zona, entre otras el uranio de la vecina Níger, tan útil para las centrales francesas.

“No estamos en Malí para defender a nuestras empresas”, afirma el presidente, que se pliega a la versión oficial de los tres objetivos: “Primero, frenar la agresión terrorista, que buscaba hacerse con el control de todo el país, incluida Bamako. Después proteger la capital, donde viven varios miles de ciudadanos franceses. Y finalmente, permitir a Malí recuperar la integridad territorial”.

El especialista en África Occidental René Otayek, profesor de Science Po en Burdeos, cree que “no es absurdo decir que Francia ha actuado para defender a los miles de franceses que viven en Bamako, aunque no es menos cierto añadir que gran parte de esos ciudadanos trabaja para empresas francesas asentadas en la zona y que es lógico que Francia las defienda. Las minas de Areva en Níger suponen el mayor suministro de uranio para Francia, pero también hay explotaciones petroleras y muchas otras compañías que operan en Mauritania, Malí, Burkina Faso… El Sahel es un lugar estratégico para Francia, y es incontestable que intente impedir que los terroristas amenacen las minas de uranio y sus otros intereses”.

Aunque sea incontestable, esta realidad política, comercial y económica parece estar en la raíz de la escasa implicación de los socios naturales en la primera aventura bélica de Hollande. El eurodiputado ecologista franco-alemán Daniel Cohn-Bendit resumió con toda crudeza el malestar por la deserción europea al decirle a Catherine Ashton: “Madame Ashton, usted ha dicho que nos concierne a todos. Todos nos dicen lo mismo. Pero no hay más que soldados franceses allí. Y lo que se nos está diciendo es: "Nosotros os mandamos unas enfermeras, y a vosotros que os maten”.

Le Monde reveló que en la reunión de ministros de Exteriores celebrada el jueves en Bruselas, el francés Laurent Fabius se sintió también molesto porque sus homólogos español y alemán le preguntaron “qué busca exactamente Francia en Malí”. En cuanto a la Administración de Barack Obama, su lenguaraz embajadora Susan Rice ha dejado claro que París es el único responsable directo de la intervención al afirmar que la petición de ayuda enviada a Naciones Unidas por el presidente maliense se podía resumir con la expresión “¡socorro, Francia!”.

Así, a pesar de la oleada de apoyo moral que Francia ha recibido estos días, Hollande deberá conformarse, de momento, con formar una coalición eminentemente francófona y africana. Hoy por hoy, solo Bélgica entre los 27 países de la UE se ha comprometido a enviar tropas —unos 70 soldados que colaborarán en tareas de transporte y mantenimiento— a la zona. Los compañeros de viaje de Francia estarán en la fuerza multinacional de países africanos occidentales, la Misión Internacional de Apoyo a Malí (MISMA, en francés). Ese contingente de 5.500 soldados, de los que 2.200 deberían estar sobre el terreno el día 26, y los 2.000 soldados que enviará Chad serán por ahora el único consuelo a la soledad de los 4.000 militares franceses que lucharán contra un enemigo formado, según los cálculos del ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, por unos 3.000 yihadistas y tuaregs.

Solo un miembro secundario del Gobierno se ha atrevido a deplorar en público “la mínima movilización de Europa"

La MISMA estará liderará por la anglófona y no siempre eficaz Nigeria (la excepción a la regla francófona aportará 900 soldados y el general al mando), y en ella militan también Togo (540 soldados), Níger (500), Senegal (450), Burkina Faso y Benín (300 cada uno), Ghana (180) y Guinea, que enviará 145 militares.

Solo un miembro secundario del Gobierno, el ministro de Relaciones con el Parlamento, Alain Vidalies, se ha atrevido a deplorar en público “la mínima movilización de Europa”. Vidalies citó “algunas ausencias lamentables”, sin dar nombres, y enfatizó que “Francia no ha decidido actuar en solitario sino que han sido los acontecimientos los que han dictado la respuesta”. Pero el sabio profesor Gilles Kepel ha escrito esta semana en Le Monde que “la soledad de Francia no es sostenible salvo que se vacíe de sentido a la UE”.

Y el problema es que la actitud de sus principales socios, Alemania y Reino Unido, parece revelar que Europa todavía no es consciente de que este episodio de la guerra de las democracias contra el terrorismo es el más europeo de los que se han librado hasta ahora. Con Canarias a 1.800 kilómetros del teatro de operaciones y Argelia a tiro de piedra de España, las deserciones europeas del frente han causado estupor y escozor en Francia. Algunos diputados socialistas han criticado con dureza la negativa de Berlín a enviar tropas. “La crisis de Europa parecía financiera, pero es política”, afirmó Malek Boutih, que acusó a los alemanes de “debilitar la solidaridad europea”.

El profesor Otayek cree que no es momento de dramatizar sino de sumar. “Es verdad y mentira a la vez que Francia esté sola en el Sahel. Alemania solo envía tropas al exterior de forma excepcional, aunque es verdad que si lo hiciera ahora sería un apoyo político muy simbólico. España y Gran Bretaña también han dado apoyo moral y logístico, como Estados Unidos... De momento, la guerra de Malí es quizá la intervención francesa más consensuada de la historia, incluso en la opinión pública nacional. Pero eso puede cambiar si la operación terrestre causa muchas bajas, si el conflicto se alarga y se afganistaniza”, advierte.

Lo que todo el mundo parece tener claro es que la guerra de Malí será larga. El profesor René Otayek recuerda que “terminar la operación en el Sahel requerirá varios años y enormes medios humanos, logísticos y materiales, que exceden con mucho la capacidad de un solo país”.

El impresionante ataque terrorista a la planta de BP [British Petroleum] en el sur de Argelia, que ha conmocionado al mundo esta semana, ha resonado como un aviso palmario de que el Sahel y sus ramificaciones son demasiado grandes y peligrosas como para que Francia pueda ocuparse sola de todo. Otayek piensa que “el secuestro habrá convencido a algunos, al menos a Reino Unido, Noruega y Holanda, de que van a tener que ayudar mucho más a Francia de lo que querían”.

“El contexto de esta guerra es totalmente distinto del pasado”, dice el profesor de Science Po. “Francia tiene por primera vez el apoyo de toda la región, y también es la primera vez que se forma una coalición panafricana para luchar sobre el terreno, aunque la UE y la Unión Africana trabajaban en esta idea desde hace tiempo. Pero creo que Europa y Estados Unidos entenderán que Occidente se juega en el Sahel mucho más que una guerra y que la inestabilidad de esa zona no se puede conjurar solo con las armas. Para quitar el espacio a los traficantes de toda índole hace falta política, energía, dinero. Y también mano izquierda para integrar a las minorías tuaregs. Si no, nunca habrá paz”.”



Post-US World


 No sé si ustedes se dan cuenta de cómo se están acelerando los tiempos. Astroboy, que cuenta con relojes absolutos y relativos, se los puede asegurar. Una perlita: el último número del semanario suizo Current Concerns (http://www.currentconcerns.ch/index.php?id=2180; se puede bajar como PDF) muestra los siguientes títulos:

1. Expanding the thinking: We are witnessing a new era in Asia –in contrast to North America, Europe is in danger of missing the same

2. Post-US world born in Phnom Penh, by David P. Goldman

3. The crisis in Egypt and the decline of the USA’s hegemonic position in the Arab world!, by Professor Albert A. Stahel, Institute for Strategic Studies, Wädenswil

4. Economic crises and their political consequences. Economists have created a world that they do not understand, by Prof Dr Heiner Flassbeck *

5. Outcome of the UN Conference on the World Financial and Economic Crisis. Resolution A/RES/63/303 of the UN General Assembly* (Extracts)

6. Switzerland: Debate for armed neutrality. Armed neutrality is a contribution to peacekeeping as self-evident as UN blue helmets in other parts of the world. Excerpts from the National Council debate

7. “There is no better democratic control, than when the sovereign concurrently provides the army” “As a mother of two sons, I endorse general conscription”

8. “Comfortably riding on the wave”. Interview with Mária Huber (Mária Huber criticizes the missionary zeal of many journalists and gives background information about USAID, Pussy Riot and US interests.

9. The right to one’s own culture: ‘‘It is clear what is happening now is the rebuilding of Russia’s ties with its history, which were broken.’’ (Sergei A. Karaganov), by Ellen Barry

10. Russia wants to find its place without confrontation

11. Putin: The turning point of history –Russia must preserve its national and spiritual identity

12. 27 Apple trees. Brothers and ambassadors for the friendly cultural ties between Switzerland and Russia, by Erika Vögeli

13. A cultural, connecting, diplomatic work, shining light on the numerous historical and present relations between our countries. Interview with Anne-Julie Raccoursier (who won the project competition “Art in Architecture”, creating a work for the Swiss Embassy in Moscow)

14. FINMA – emancipated Swiss federal supervisory authority for banks? A critical assessment of its development, by former Federal Administrative Judge and lawyer Hans-Jacob Heitz *

En fin, los editores de CC le dan a sus lectores material para pensar: el surgimiento de Asia, la caída de USA, el renacimiento de relaciones con Rusia, el ocaso del modelo neoliberal, la necesidad de una neutralidad armada (sí, con servicio militar obligatorio) por parte de los suizos, etc.

Pero vayamos a un artículo en particular: "El Mundo post-USA", por David Goldman. Acá va:

"Post-US world born in Phnom Penh

It is symptomatic of the national condition of the United States that the worst humiliation ever suffered by it as a nation, and by a US president personally, passed almost without comment last week. I refer to the 20 November announcement at a summit meeting in Phnom Penh that 14 Asian nations, comprising half the world’s population, would form a Regional Comprehensive Economic Partnership excluding the United States.

President Obama attended the summit to sell a US-based Trans-Pacific Partnership (TPP) excluding China. He didn’t. The American ledpartnership became a party to which no-one came. Instead, the Association of Southeast Asian Nations (ASEAN), plus China, India, Japan, South Korea, Australia and New Zealand, will form a club and leave out the United States.

As 3 billion Asians become prosperous, interest fades in the prospective contribution of 300 million Americans – especially when those Americans decline to take risks on new technologies. America’s great economic strength, namely its capacity to innovate, exists mainly in memory four years after the 2008 economic crisis.

A minor issue in the election campaign, the Trans-Pacific Partnership was the object of enormous hype on the policy circuit. Salon.com enthused on 23 October: “This agreement is a core part of the Asia pivot that has occupied the activities of think tanks and policymakers in Washington but remained hidden by the tinsel and confetti of the election. But more than any other policy, the trends the TPP represents could restructure American foreign relations, and potentially the economy itself.” As it happened, this grand, game-changing vision mattered only to the sad, strange people who concoct policy in the bowels of the Obama administration. America’s relative importance is fading.

To put these matters in context: The exports of Asian countries have risen more than 20% from their peak before the 2008 economic crisis, while Europe’s exports have fallen by more than 20%. American exports have risen marginally (by about 4%) from their pre-2008 peak. China’s exports to Asia, meanwhile, have jumped 50% since their pre-crisis peak, while exports to the United States have risen by about 15%. At US$90 billion, Chinese exports to Asia are three times the country’s exports to the United States.

After months and dire (and entirely wrong) predictions that China’s economy faces a hard landing, it is evident that China will have no hard landing, nor indeed any landing at all. Domestic consumption as well as exports to Asia are both running nearly 20% ahead of last year’s levels, compensating for weakness in certain export markets and the construction sector. Exports to the moribund American economy are stagnant. In 2002, China imported five times as much from Asia as it did from the United States. Now it imports 10 times as much from Asia as from the US.

Following the trade patterns, Asian currencies began trading more closely with China’s renminbi than with the American dollar. Arvind Subramanian and Martin Kessler wrote in an October 2012 study for the Peterson Institute: “A country’s rise to economic dominance tends to be accompanied by its currency becoming a reference point, with other currencies tracking it implicitly or explicitly. For a sample comprising emerging market economies, we show that in the last two years, the renminbi (RMB/yuan) has increasingly become a reference currency which we define as one which exhibits a high degree of co-movement (CMC) with other currencies. In East Asia, there is already a RMB bloc, because the RMB has become the dominant reference currency, eclipsing the dollar, which is a historic development. In this region, 7 currencies out of 10 co-move more closely with the RMB than with the dollar, with the average value of the CMC relative to the RMB being 40% greater than that for the dollar. We find that co-movements with a reference currency, especially for the RMB, are associated with trade integration.

We draw some lessons for the prospects for the RMB bloc to move beyond Asia based on a comparison of the RMB’s situation today and that of the Japanese yen in the early 1990’s. If trade were the sole driver, a more global RMB bloc could emerge by the mid-2030’s but complementary reforms of the financial and external sector could considerably expedite the process.” All of this is well known and exhaustively discussed. The question is what, if anything, the United States will do about it.

Where does the United States have a competitive advantage? Apart from commercial aircraft, power-generating equipment, and agriculture, it has few areas of real industrial pre-eminence. Cheap natural gas helps low-value-added industries such as fertilizer, but the US is lagging in the industrial space. Four years ago, when Francesco Sisci and I proposed a Sino-American monetary agreement as an anchor for trade integration, the US still dominated the nuclear power plant industry. With the sale of the Westinghouse nuclear power business to Toshiba, and Toshiba’s joint ventures with China to build power plants locally, that advantage has evaporated.

The problem is that Americans have stopped investing in the sort of high-tech, high-value-added industries that produce the manufactures that Asia requires. Manufacturers’ capital goods orders are 38% below the 1999 peak after taking inflation into account. And venture capital allocations for high-tech manufacturing have dried up. Without innovation and investment, all the trade agreements that the Washington policy circuit can devise won’t help. Neither, it should be added, will an adjustment in exchange rates.

What does the United States have to offer Asians? It is hard to fathom just what President Obama had in mind when he arrived in Asia bearing a Trans-Pacific Partnership designed to keep China out. What does the United States have to offer Asians?

-          It is borrowing $600 billion a year from the rest of the world to finance a $1.2 trillion government debt, most prominently from Japan (China has been a net seller of Treasury securities during the past year).
-          It is a taker of capital instead of a provider of capital.
-          It is a major import market but rapidly diminishing in relative importance as intra-Asian trade expands far more rapidly than trade with the United States.
-          And America’s strength as an innovator and incubator of entrepreneurs has diminished drastically since the 2008 crisis, no thanks to the Obama administration, which imposed a steep task on start-up businesses in the form of its healthcare program.

Washington might want to pivot towards Asia. At Phnom Penh, though, Asian leaders in effect invited Obama to pivot the full 360 degrees and go home."

Hasta la próxima.

domingo, 13 de enero de 2013

En juego



Bajo el título: “2013 - The State of Syria in the Dawn of a New Year” Tony Cartalucci, de Land Destroyer Report (http://landdestroyer.blogspot.com.ar/2013/01/2013-state-of-syria-in-dawn-of-new-year.html) , manda un breve pero informativo artículo sobre Siria. Para los que todavía no saben qué es lo que está en juego. Acá va:


Syrian President Bashar al-Assad's speech crushes NATO hopes for capitulation - conflict drops from headlines.

January 8, 2013 (Op-Ed) - A global proxy war waged upon Syrian soil has now dragged on from the beginning of 2011 to the early days of 2013. Planned many years ago, with US, Saudi, and Lebanese officials admitting to Pulitzer Prize-winning journalist
Seymour Hersh as early as 2007 their plans to overthrow the nation of Syria with a regional army of sectarian extremists, the conflict has cost many thousands their lives and has jeopardized the stability of not only Syria and its future, but nations beyond its borders as well. The West's assault on Syria is in fact one of many steps along the path of war with Iran.
Earlier this week, Syrian President Bashar al-Assad gave a public speech in Damascus. In that speech, the president refused to compromise regarding the true nature of the conflict. Calling the armed opposition terrorists, President Assad asserted that his nation would not capitulate to foreign demands from its enemies in the West, nor interpret advice from its allies as "orders."

The speech contained nothing particularly new, but it was a signal to the West that to win the bloodbath they have engineered, they will have to do it the "hard way."

Despite the pivotal nature of the conflict, it has dropped from the headlines across the Western media, with what seems as parting shots taken at what looks like a prevailing Syrian nation. However, the Western interests who have engineered and committed themselves to this conflict, as well as to the wider implications it has, should not be underestimated. The ball has been firmly placed in their court with the recent defiant speech made in Damascus, and they will move soon.

With the
US positioning Patriot missiles along Syria's borders and with so much at stake, the next year of the conflict will depend entirely on the Syrian government and its allies' ability to stem the flow of fighters, cash, and weapons across the border, stem these terrorists' ability to further disrupt and displace the population, and above all, present a viable deterrence against a West seeking escalation. If the terrorist legions of the US, Israel, the Muslim Brotherhood and its sponsors in Saudi Arabia and Qatar are faltering, it will be up the Syrian government to communicate this to its people. If they are not faltering, then every effort by Syria and its allies must be made to ensure that they do.

The UN, which has played the role of chief facilitator in NATO's military aggression in both Libya and now Syria,  must be exposed continuously by the increasingly sophisticated international media organizations springing up outside the influence of Wall Street and London. A tipping point must be reached where it will be possible to sideline entirely this disingenuous organization and the special interests driving its current agenda, thus effectively tearing down the cover and legitimacy it has been providing the so-called "opposition" in Syria - an opposition admittedly
built upon, and partnered with, Al Qaeda and the Muslim Brotherhood.

The West is not just attacking Syria. It is waging a political and economic war against China and Russia and militarily occupying nations across the African continent via AFRICOM under the guise of fighting terrorism. Whether the days of Anglo-American global hegemony are over or not is debatable, but the fight the West is engaged in to cling to its ill-gotten global power, if not to expand it, is very much real and ongoing.

The crossroads of this fight are currently in Syria with Western eyes gazing toward Iran and
Russia's Caucasus Mountains next. Sowing socioeconomic instability inside China is also on the agenda. If the West fails in Syria, it will be the beginning of rolling back their sprawling ambitions globally. If they succeed, fiercer battles yet will be fought, and the price for defeating these special interests will rise exponentially higher.

A growing number of people are becoming aware of this geopolitically, economically, and locally. A paradigm shift is coming spurred by technology-driven alternatives, and so too is the time for the wise to begin divesting themselves and their destiny from the Wall Street-London enterprise. The 2 year "bump" in the road Western interests are going over in Syria, is just one of many yet to come. 

sábado, 12 de enero de 2013

Parálisis y golpe

Dos buenos artículos para leer este domingo. El primero es de Michael Lind y apareció en The Spectator bajo el título: "The Age of Turboparalysis: Why we haven't had a revolution". No tiene desperdicio:

http://www.spectator.co.uk/features/8789631/the-age-of-turboparalysis

El segundo es de hace un tiempo, y fue escrito por Bill Weinberg: "Military Coup against Obama?". Allí se confirman nuestras sospechas previas (http://astroboy-en-multiverso.blogspot.com.ar/2012/12/contrainformacion.html) sobre el significado de las purgas en los mandos militares estadounidenses no bien se confirma la victoria electoral de Obama. Acá va el link:

http://ww4report.com/node/11739

Sobre Siria, nada nuevo. Las fuerzas armadas de ese país parecen comenzar a controlar la situación con más comodidad. A mediados de Enero se reunirían diplomáticos de los EEUU y Rusia para acordar una "salida diplomática" a la situación en ese país. La "salida diplomática" parecería ser la de los EEUU, no la de Siria. Recuerden este artículo que ya hemos linkeado:

http://www.voltairenet.org/article177011.html

Hasta la próxima.

martes, 8 de enero de 2013

RAP



En la figura de arriba aparecen, en rojo, los países de América Latina que firmaron el Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos. En gris oscuro, países del MERCOSUR (Paraguay, suspendido, está en amarillo). En verde, los países que, con Venezuela, forman el ALBA. Fuente: El Comahue

La Revista de Anticipación Política (RAP) es una publicación digital cuatrimestral del Laboratorio Europeo de Anticipación Política (LEAP). Los lectores de este blog seguramente acceden regularmente a los artículos que saca el Boletín (mensual) de este laboratorio. Si no, pongan “GEAB/LEAP” en Google y visiten el sitio. 

Ya hemos criticado el eurocentrismo del LEAP. Por momentos resulta un plomazo. Para colmo, esta gente atrasa entre uno y dos años. De todos modos, siempre resulta interesante darles una mirada. Bajo el título: “El despertar del Nuevo Mundo”, el periodista Michaël Timmermans señala lo siguiente en el número de Noviembre pasado de la RAP, en buena medida dedicado a América del Sur:

¡Los mayas tenían razón! Su profecía sobre el fin del mundo para el 2012 (1) tal vez se revele de una precisión sorprendente. Desde 1945 hasta la actual crisis sistémica global, la solidez de las cosas no deja de desvanecerse. Los descendientes de las poblaciones precolombinas avanzan voluntariamente hacia el Nuevo Mundo.

Los inicios del Siglo XXI encuentran al joven continente, subestimado por los medios de comunicación, en franca apropiación de la vieja herencia europea de independencia, democracia y solidaridad. Por eso nos pareció esencial otorgarle un espacio destacado en esta nueva edición de RAP. Es que tras una década infame, sus actuales líderes políticos finalmente responden a los intereses de los pueblos y no a las injerencias privadas o extranjeras.

Las elecciones de Hugo Chávez (2), Lula da Silva, Rafael Correa y Evo Morales marcan un giro en América del Sur. La región se distancia del yugo de los Estados Unidos y sus intervenciones militares e institucionales según mandato de Bretton Woods, La impotencia de la decadente dominación anglosajona se profundiza con la crisis económica mundial, incluso en América del Norte.

En cada instancia electoral, debates y visiones movilizan a los suramericanos con una vitalidad democrática sorprendente. Mientras la Unión Europea lucha por alcanzar su revolución democrática y sufre los embates de repliegues nacionales (3), los latinoamericanos avanzan sobre un modelo sólido de participación ciudadana (4) y de redistribución de la riqueza. Falta mucho camino por andar y el continente enfrentará diversos desafíos globales. Aun así, Suramérica presenta al mundo sus convicciones para un proyecto de unidad en toda la diversidad de su historia.

NOTAS:
(1) Phew ! 2012 Doomsday date may be wrong, 20.10.12, ABC News
(2) Elections whose transparence has been confirmed by all the international observers. Fuente: “Présidentielles au Venezuela : le risque de fraude est écarté”, 06.10.12, Radio-Canada
(3) Les poussées nationalistes en Europe : Ecosse, Catalogne et Flandre, 17.10.12, RTBF
(4) La démocratie en Amérique latine résiste à la crise, 17.01.10, Le Figaro

El artículo de fondo del RAP de Noviembre corre a cargo de Héctor R. Sánchez, bajo el título: “América del Sur 2012-2016: incertidumbre entre dominación estadounidense e independencia regional”. Acá va:

El fracaso del Consenso de Washington (1) es un punto de inflexión en la historia de Suramérica: comienza una tendencia de abandono de las políticas neoliberales del hemisferio norte y se dinamiza la integración regional al margen de la hegemonía estadounidense (2). El escenario regional e internacional presenta condiciones excepcionales para que Suramérica se constituya en una región geopolíticamente soberana (3). En esta región hay en sus pueblos clara conciencia de que el experimento neoliberal con que se pretendía que el centro de la sociedad fueran los negocios impulsados por el crecimiento perpetuo del consumo (4) cierra las puertas de un futuro próspero para la región.

La búsqueda de un porvenir soberano hoy impulsa la voluntad e implementación de políticas centradas en los intereses de la región, limitando el poder de decisión de las transnacionales en sus políticas nacionales. El resultado de esa tendencia ha sido el aumento del intercambio comercial intrazonal (5) en Suramérica que tiende a hacerse en monedas locales (6), de modo que se aíslen los efectos destructivos de la recesión mundial y se fortalezca la estabilidad política, favoreciendo la independencia de los poderes que la habían determinado desde la independencia anticolonial.

Nueva estrategia estadounidense para restablecer su hegemonía en Suramérica

En la primera década de este siglo, Estados Unidos (8) pretendió asegurar su dominio en la región imponiendo un Área de Libre Comercio de las Américas - ALCA (desde Anchorage, Alaska, hasta Tierra del Fuego, Argentina. Lo cual de ninguna manera excluía sus tradicionales intervenciones políticas y armadas ahora cimentadas en argumentos como “fortalecimiento de las instituciones democráticas, defensa de los derechos humanos, lucha contra el blanqueo de capitales, combate al narcotráfico y al terrorismo” (9). Este intento fracasó durante la IV Cumbre de las Américas-2005, en Mar del Plata, Argentina, haciendo cambiar a Estados Unidos su estrategia de integración Suramericana.

Ahora impulsa acuerdos bilaterales (10) con los países que ha logrado satelizar: Chile-2003, Perú-2009, Colombia-2012 – posiblemente ahora con Paraguay después del golpe de estado institucional que impuso un presidente aliado a los intereses estadounidenses - y en el Caribe el CAFTA-2004: Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica y la República Dominicana (Panamá-2006).

Con las condiciones que esos tratados imponen (11) los países signatarios que no tienen condiciones productivas y financieras para competir con Estados Unidos a la larga se desindustrializan, incrementado el desempleo y, en consecuencia, profundizando el subdesarrollo y la desintegración social (12). Estados Unidos está construyendo una red de países signatarios de estos tratados a lo largo de la costa del Pacífico (sólo restan Ecuador y Nicaragua) que le permitiría quedar como dueño absoluto del área del Pacífico y de esa forma crear una barrera que podría dificultar relaciones comerciales con Asia a los países de la zona del Atlántico.

Suramérica debe preparase para una posible acción militar de Estados Unidos

Ante la realidad evidente que Suramérica no pretende entrar en la nueva era como dependiente de Estados unidos y bajo los auspicios de la guerra contra las drogas, Estados Unidos, como parte de la OTAN, está militarizando el territorio latinoamericano para fortalecer su posición de dominio (13).

La guerra contra las drogas se ha convertido, desde el colapso de la Unión Soviética, en el pretexto (14) de Estados Unidos para usar a Latinoamérica para sus propios fines militares y estratégicos. A pesar de los diversos informes que muestran que las respuestas militares al tráfico de drogas son ineficaces (15), que la presencia militar estadounidense exacerba los abusos contra los derechos humanos (16) y la corrupción oficial (17), la presencia militar de EE.UU. en la región está creciendo.

Para evaluar las consecuencias de esa militarización es necesario tener en cuenta, dentro del contexto de la presente crisis sistémica global, los parámetros que determinan ese accionar de Estados Unidos. Estos parámetros giran alrededor de dos hechos históricos y un tercero actual. El primero es que el mundo acostumbra a salir de las crisis sistémicas con una gran guerra después de la cual se dan las condiciones para el nuevo orden; el segundo es que el hombre siempre ha usado las armas que ha desarrollado; el tercero es que una guerra en la que se utilicen armas atómicas amenazaría con alterar las condiciones de vida del planeta.

Las preguntas que estos hechos implican son: ¿en qué medida Estados Unidos está dispuesto a ceder su poder dominante a nivel mundial sin plantear un conflicto bélico global y, en caso de desatarlo, recurriría a las armas nucleares? La historia también enseña que las clases dirigentes, cuando evalúan la posibilidad de mantener el poder mediante una guerra o sencillamente perderlo, suelen recurrir a la primera variante. Es en este sentido que hay que interpretar la dinámica de creciente militarización de Estados Unidos en todo el continente Americano (18).

El despliegue militar estadounidense en Latinoamérica es amplio y está en continuo aumento. La historia reciente ha mostrado a Estados Unidos-OTAN siempre accionando militarmente contra los intereses de la región. Hay en Latinoamérica más de 40 bases militares de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia; todas unificadas bajo el comando de la OTAN (19). Por otra parte, en la era post colapso de la Unión Soviética, la OTAN ha acumulado un largo historial de “operativos humanitarios” contra diversos estados del mundo para eliminar cualquier posición (ideológica, militar o comercial) en contra de los intereses de Estados Unidos y sus aliados.

Estos operativos, posteriores al colapso de la Unión Soviética, comienzan con la intervención en la guerra de Kosovo (20) invocando razones humanitarias y sin consentimiento de la ONU, pasando por la invasión de Irak (21), la destrucción de Libia (22)… También posee un historial de promover acciones terroristas apoyando a grupos paramilitares y organizando operativos terroristas (23).

En el contexto latinoamericano, Estados Unidos acompañó al Reino Unido en 1982 durante la guerra de las Malvinas (24), apoyo que se articuló através de la OTAN. Estados Unidos cedió al Reino Unido equipamiento militar, desde detectores submarinos hasta misiles. A pedido de la Marina Real, aprobó el préstamo del buque de asalto anfibio Sea Harrier USS Iwo Jima (LPH -2) en caso de que los británicos perdieran un portaviones. La marina de Estados Unidos elaboró un plan para ayudar a los británicos en la operación de los sistemas de la Iwo Jima. Francia proporcionó capacitación a los pilotos de los Harrier para enfrentar al avión francés utilizado por Argentina. Las inteligencias francesas y británicas actuaron para evitar que Argentina obtuviera más misiles Exocet en el mercado internacional. La Isla Ascensión, territorio británico con pista aérea arrendada a los Estados Unidos, funcionó como base para la Operación Black Buck, con bombarderos que atacaban las posiciones argentinas en las Islas Malvinas. La base francesa de Martinica sirvió como escala durante la guerra y también durante la invasión estadounidense de Granada (25).

En el 2008, Estados Unidos ha restaurado su Cuarta Flota (26), que había sido desactivada en 1950. El equipamiento con que estaría dotada sería similar al de la Quinta Flota estacionada en el Golfo Pérsico y a la Sexta en el Mediterráneo, incluyendo un portaviones y varios submarinos. Su misión es vigilar buques, aviones y submarinos que transiten por el Caribe, Centroamérica y Suramérica con el fin de emprender, en conjunto con fuerzas armadas de otros países, tareas de contingencia, de cooperación y, si es necesario, de combate contra el tráfico de drogas, de armas y de personas, así como contra el terrorismo y la piratería que amenaza el flujo del libre comercio en los mares del Caribe y Suramérica.

A su vez, la Cuarta Flota estadounidense depende del Comando Sur de Estados Unidos (USSOUTHCOM). Su área de responsabilidad abarca 32 países (19 en Centroamérica y Suramérica, 13 en el Caribe) y 14 territorios de Estados Unidos y Europa. Resulta importante destacar que con el éxito del golpe institucional en Paraguay con el que se impone un gobierno aliado, Estados Unidos ha consolidado su poder militar en el corazón de los países de UNASUR, al mismo tiempo que el nuevo gobierno de Paraguay resucita hipótesis de conflictos con los países vecinos (27), abriendo la posibilidad de “operativos humanitarios estadounidenses” en el interior de la región. A medida de que el descontrol bélico de la OTAN en Medio Oriente aumenta, se corre el riesgo de que Estados Unidos continúe su intento por recolonizar la región recurriendo a acciones militares. Por ahora, sólo opera a través de los medios de comunicación que le responden (28). Mientras tanto, en el campo económico, se apoya en los tratados de libre comercio y alianzas bilaterales que pretenden disminuir la influencia de la corriente integradora de UNASUR. En el plano político, alimenta conflictos internos entre los países de la región (29).

La integración regional y fuertes alianzas interbloques

Las tendencias desintegradoras que esta crisis sistémica global está desarrollando conducen a la clase dirigente estadounidense, paralizada políticamente y con la incapacidad asumida de librarse incluso en su propio país de dichas fuerzas, a buscar resultados rápidos recurriendo al único recurso que le queda: la fuerza. Destruyen sin tener la capacidad para reconstruir. Es así como actuaron en Libia, Irak, próximamente Siria… Y mañana, tratando de mantener el dominio de su patio trasero, Suramérica.

Ante este panorama, Suramérica debe fortalecer su integración y las alianzas interbloques para estar en mejores condiciones de resistir los operativos desestabilizadores y los ya clásicos emblemas de “operativos humanitarios, lucha contra la droga y defensa de la democracia” con que Estados Unidos encubre sus acciones de dominio.

NOTAS:
1. Que impuso la venta de la infraestructura y servicios que provee el Estado, como electrificación y telefonía; la venta a inversionistas extranjeros del patrimonio natural del Estado: playas, bahías y zonas de frontera; la desregularización económica y ambiental para la explotación minera; e incluso la concesión a empresas transnacionales del agua potable y de riego. La liberalización financiera, el endeudamiento y el consiguiente debilitamiento del Estado sumergió a la región en las crisis de finales de los noventa.
2. Que valiéndose de la doctrina del shock (ver este instructivo documental : The Shock Doctrine) recurriendo a fuerzas de ocupación integrada por civiles y militares de la propia nación ocupada, formados en Estados Unidos, desarmó todo intento de políticas soberanas en la región.
3. South America – United States : Towards a new regional order, Héctor R. Sánchez, 26.06.09, Europe 2020
4. Además se planteaba como algo inmutable, eterno y constituyente del fin de la historia.
5. Latin American inter-region trade soared 24.6% in 2010, 02.02.10, MercoPress
6. Trade in local currencies instead of US dollar, Mercosur proposal, 22.07.09, MercoPress y El Mercosur aprueba el uso de monedas locales para comercio, 25.08.09, Los Tiempos
7. Estados Unidos y Europa como su patio delantero.
8. "…With current concerns about the Free Trade Area of the Americas and the strength of democratic regimes, along with the growing need for homeland—even hemispheric—security, it is most important that we seriously consider new ways to respond to our strategic situation…" Colonel Joseph R. Núñez. A 21st Century Security Architecture For The Americas : Multilateral Cooperation, Liberal Peace, And Soft Power. 08.2002, Strategic Institute Studies
9. Argumentos que sustituyeron al de la lucha contra la subversión y el comunismo después del colapso de la Unión Soviética.
10. Atrayendo a los países relativamente pequeños con la perspectiva de resultados rápidos ofreciéndoles participar con sus exportaciones en el mercado norteamericano, imponiendo una relación subordinada con una apertura comercial generalizada, bajos aranceles y modificaciones legislativas a favor de las multinacionales pretendiendo que ello les permitiría obtener rápidamente condiciones de inversión y crecimiento.
11. These free trade treaties do not contemplate compensating measures for productivity and competitiveness. Neither is the movement of manual labour between members incorporated in the agreement, or any labour or environmental issues; nor North American subsidies for its agriculture without which it would not be able to compete with Latin America. Signatory countries also cannot impose conditions on the presence of direct foreign investment or decide whether or not to produce certain products, whilst transnational companies are free to organize their own areas of business activity.
12. Demystification of the North American Free Trade Agreement as an instrument for social and economic development is an interesting analysis of a ten year period of the treaty between Mexico and the United States. Source: Equipo Pueblo
13. Pentagon Using Drug Wars as Excuse to Build Bases in Latin America, 05.06.11, truth-out.org
14. En el Medio Oriente el pretexto es la Guerra contra el terrorismo, War on Terror, Wikipedia
15. Afghanistan : Since the U.S. invasion, drug production increased 40 times, 04.04.11, Prensa Islamica
16. Allegations of CIA drug trafficking, Wikipedia
17. How a big US bank laundered billions from Mexico’s murderous drug gangs, 03.04.11, The Guardian ; Guns from U.S. equip drug cartels, 10.08.11, Los Angeles Times
18. South America - Towards regional integration or the next ’Middle East’ ?, 24.04.10, Europe 2020
19. 47 bases extranjeras en Latinoamérica, 16.06.12, La Rosa Blindada
20. Despite Tales, the War in Kosovo Was Savage, but Wasn’t Genocide, Daniel Pearl et Robert Blocks, 31.12.99, The Wall Street Journal
21. What Happened to Saddam’s Weapons of Mass Destruction?, 09.2003, Arms Control Today
22. Petroleum and Empire in North Africa. NATO Invasion of Libya Underway, 02.03.11, Global Research
23. Operation Gladio, Wikipedia. Las sombra de la Operación Gladio, 02.11.90, El País
24. Falklands War, Wikipedia
25. La Martinique : un enjeu stratégique, 23.04.12, Agencia Latinoamerica de Información
26. Navy Re-Establishes U.S. Fourth Fleet, 25.04.08, navyseals.com
27. Paraguayan Armed Forces Request 560 Million Dollars to Rearm, 30.08.12, prensa-latina.cu
28. El Observatorio de Medios de la Agencia Periodística del MERCOSUR (APM) da cuenta de ese comportamiento en un estudio que llevó a cabo del 1 al 31 de mayo sobre seis diarios de Argentina, Colombia y México. Refiriéndose a la militarización en Latinoamérica dice: "Si tenemos en cuenta la importancia estratégica del tema y la paralela poca relevancia que esos cinco medios le dan a la cuestión, como así también los enfoques y la semántica con que aparecen las pocas piezas referidas a la misma, concluimos que en todos los casos estamos ante verdaderas operaciones de ocultamiento, funcionales a la estrategia enunciada por el gobierno de Estados Unidos". Fuente: Militarization in Latin America, in graphic media of Mexico, Colombia, and Argentina, 2006, Observatorio de Medios de la Agencia Periodística del MERCOSUR (APM)
29. Para conocer el « know how » de los operativos con este fin, ver el interesante documental: NATO’s secret armies, Andreas Pichler, Youtube

Hasta la próxima.