viernes, 23 de noviembre de 2012

Cuatro grados más


No nos damos cuenta, pero el nivel de barbarie global en el que estamos sumidos desde hace ya una década empieza a tornarse invivible en serio. Ya en forma tangible, palpable. Un ejemplo minúsculo: Astroboy se asoma a la página en castellano del Banco Mundial (en adelante, BM) y le llama la atención el título: “El Banco Mundial” (http://www.bancomundial.org/). Astroboy se pregunta: ¿Por qué “El” en “El Banco Mundial”? Como si fuera “El Lubricentro” en las estaciones de YPF, o “Buenos Aires: La Provincia” en los membretes pedorros del primer estado argentino. ¿Por qué, chicos, esa manía de merchandizar cualquier cosa? ¿Cuánto paga el BM (o sea, nosotros) para mantener su imagen institucional, su “imagen corporativa”? Pero lo que sigue es peor. Un subtítulo: “Trabajamos por un Mundo sin Pobreza”. Ahí es donde uno empieza a ponerse colorado de bronca. En fin, Astroboy no quiere irse por las ramas. Astroboy quiere comentar un reciente informe del BM dirigido a la población mundial. Al Mundo Con Pobreza. Su título es otra berretada: “Bajemos la temperatura: Por qué se debe evitar un planeta 4°C más cálido”. En fin, Salvemos las Ballenas. Tanto el Resumen ejecutivo (en varios idiomas, incluido el castellano) como el informe completo (en inglés) pueden bajarse del sitio web del BM.

Según dice la página inicial del Resumen Ejecutivo, el informe fue preparado por el Potsdam Institute for Climate Impact Research y Climate Analytics para el Banco Mundial. En él, “…se describe cómo sería el planeta si la temperatura subiera 4°C —que es lo que los científicos pronostican casi unánimemente para fines de este siglo— y no se realizaran cambios profundos en las políticas”. Como de ningún modo se van a “…realizar cambios profundos en las políticas” (recuérdese que el mundo está para cosas más serias, como convertir a Libia en un cenicero, o regalarle a los banqueros diez o doce veces el valor del PBI mundial), debemos tomar estas prospectivas como francamente probables. Acá van algunos párrafos seleccionados:

“Los escenarios de 4°C son devastadores: inundaciones en las ciudades costeras; aumento de los riesgos relativos a la producción de alimentos que podrían dar lugar a tasas más altas de malnutrición; en muchos casos, las regiones secas se volverían más secas y las húmedas, más húmedas; olas de calor sin precedentes en muchas regiones, especialmente en los trópicos; considerable aumento de la escasez de agua en muchas regiones; aumento de la frecuencia de los ciclones tropicales de gran intensidad, y pérdida irreversible de biodiversidad, incluidos los sistemas de arrecifes de coral. Y lo que es más importante, un planeta con 4°C más de temperatura es muy distinto del actual y conlleva un alto grado de incertidumbre y nuevos riesgos que desafían nuestra capacidad para prever y planificar las futuras necesidades de adaptación. (…)

“Si no se asumen nuevos compromisos y se adoptan nuevas medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es probable que el calentamiento del planeta ascienda a más de 3°C por encima del nivel imperante en la era preindustrial. Inclusive en el supuesto de que se cumplan totalmente los actuales compromisos y promesas de mitigación, la probabilidad de superar los 4°C para el año 2100 ascendería aproximadamente al 20%. Si no se cumplen, el calentamiento de 4°C podría ocurrir antes, en la década de 2060. Ese grado de calentamiento y el aumento conexo del nivel del mar, de 0,5 a 1 metro, o más, para 2100 no sería el punto final: probablemente el calentamiento adicional alcanzaría niveles superiores a los 6°C, con un aumento de varios metros en el nivel del mar, durante los siglos siguientes. (…)

“Ninguna nación será inmune a los impactos del cambio climático. Sin embargo, es probable que la distribución de los impactos sea inherentemente desigual y afecte en mayor medida a muchas de las regiones más pobres del planeta, que tienen el menor grado de capacidad económica, institucional, científica y técnica para afrontarlos y adaptarse. Por ejemplo:

-Aunque el mayor calentamiento absoluto se registrará en las latitudes altas, el calentamiento que se producirá en los trópicos es mayor cuando se lo compara con la amplitud térmica y los fenómenos extremos que históricamente han afrontado los seres humanos y los ecosistemas naturales y a los que se han adaptado. En consecuencia, se prevé que las temperaturas altas extremas sin precedentes que se registrarán en los trópicos tendrán impactos marcadamente mayores en la agricultura y los ecosistemas.
- Es probable que el aumento del nivel del mar en los trópicos sea entre un 15% y un 20% mayor que la media mundial.
- Es probable que el aumento de la intensidad de los ciclones tropicales sea desproporcionadamente mayor en las regiones de latitud baja.
- Es probable que el aumento de la aridez y la sequía sea considerablemente mayor en muchas regiones de países en desarrollo situadas en zonas tropicales y subtropicales. (…)


“Los océanos mundiales se han seguido calentando, y alrededor del 90% del excedente de energía térmica retenida por el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero desde 1955 está almacenado en los océanos en forma de calor. En promedio, el nivel del mar en todo el planeta ha aumentado entre 15 centímetros y 20 centímetros durante el siglo XX. En la última década, la tasa media de elevación del nivel del mar ha aumentado a unos 3,2 centímetros por decenio. Si se mantiene esta tasa, en el siglo XXI se registraría un aumento adicional de más de 30 cm en el nivel del mar.

“Los efectos del calentamiento global también están produciendo cambios observados en muchos otros aspectos climáticos y ambientales del sistema terrestre. En la última década se ha registrado un número excepcional de olas de calor extremo en todo el planeta con los consiguientes impactos graves. El cambio climático inducido por el hombre desde la década de 1960 ha generado un aumento de la frecuencia y la intensidad de las olas de calor y por lo tanto también es probable que haya exacerbado sus impactos sociales. En algunas regiones climáticas se ha registrado un aumento de la intensidad y/o frecuencia de las precipitaciones y las sequías extremas, probablemente a raíz de la influencia humana. Como ejemplo de una ola de calor extremo reciente cabe citar la que se produjo en Rusia en 2010, cuyas consecuencias fueron muy graves. Según las estimaciones preliminares, esta ola de calor arrojó un saldo de 55 000 víctimas mortales, la pérdida de un 25% de la cosecha anual, más de un millón de hectáreas de tierras quemadas y pérdidas económicas por un valor aproximado de US$15 000 millones (1% del Producto Interno Bruto). (…)

“Los efectos de un calentamiento de 4°C no estarán distribuidos en forma pareja en todo el planeta ni sus consecuencias serán sencillamente una ampliación de las que se registran con un calentamiento de 2°C. El mayor calentamiento se producirá sobre la superficie terrestre y oscilará entre los 4°C y los 10°C. Se podrían registrar aumentos de 6°C o mayores en las temperaturas medias mensuales de verano en vastas regiones del planeta, por ejemplo en el Mediterráneo, Norte de África, Oriente Medio y los Estados Unidos continentales.

“Las proyecciones para un planeta 4°C muestran un aumento pronunciado de la intensidad y la frecuencia de episodios extremos de temperatura elevada. Las recientes olas de calor extremo, como la que se produjo en Rusia en 2010, probablemente serán el nuevo verano normal en un planeta 4°C. Es probable que la zona tropical de América del Sur, el centro de África y todas las islas tropicales del Pacífico soporten en forma regular olas de calor de una magnitud y duración sin precedentes. En este nuevo régimen climático de temperatura elevada, es probable que los meses más frescos sean considerablemente más cálidos que los meses más calurosos de finales del siglo XX. En la región mediterránea, el Norte de África, Oriente Medio y el altiplano tibetano, es probable que casi todos los meses de verano sean más cálidos que las olas de calor más extremo que se producen actualmente. Por ejemplo, el mes de julio más caluroso en la región mediterránea podría ser 9°C más cálido que el mes de julio más caluroso de la época actual. (…)

“Un calentamiento de 4°C probablemente hará que el nivel del mar aumente entre 0,5 y 1 metro, y posiblemente más, para 2100, y varios metros más durante los siglos siguientes. Es probable que limitar el calentamiento a 2°C disminuya en unos 20 cm el aumento del nivel del mar para 2100 en comparación con un planeta 4°C. Sin embargo, inclusive si el calentamiento global se limitara a 2°C, el nivel medio del mar podría seguir aumentando, y algunas estimaciones lo sitúan entre 1,5 y 4 metros por encima de los niveles actuales para el año 2300. El aumento del nivel del mar probablemente sería inferior a 2 metros únicamente si el calentamiento se mantiene muy por debajo de 1,5°C. (…)

“El aumento del nivel del mar variará de una región a otra: por varias razones determinadas por factores geofísicos, se prevé que será hasta un 20% mayor en los trópicos e inferior al promedio en las latitudes más altas. Especialmente, el derretimiento de las capas de hielo reducirá la fuerza gravitacional que atrae a los océanos hacia los casquetes polares y, en consecuencia, las aguas de los océanos tenderán a gravitar hacia el Ecuador. Las variaciones en los vientos y las corrientes oceánicas ocasionadas por el calentamiento global y otros factores también incidirán en el aumento del nivel del mar en cada región, del mismo modo que los patrones de absorción de calor y calentamiento de los océanos. Según las proyecciones, los impactos del aumento del nivel del mar serán asimétricos inclusive dentro de cada región y país. En las proyecciones de los impactos realizadas para 31 países en desarrollo, tan solo 10 ciudades representan las dos terceras partes de la exposición total a inundaciones extremas. Las ciudades muy vulnerables están situadas en Mozambique, Madagascar, México, Venezuela, India, Bangladesh, Indonesia, Filipinas y Viet Nam. (…)

“En un mundo donde el calentamiento avanza rápidamente hacia los 4°C, es probable que los impactos más negativos en la disponibilidad de agua se produzcan en forma conjunta con el aumento de la demanda de agua a medida que crece la población mundial. Algunas estimaciones indican que un calentamiento de 4°C exacerbaría marcadamente la actual escasez de agua en muchas regiones, especialmente en África septentrional y oriental, Oriente Medio y Asia meridional, mientras que otros países de África deberían afrontar por primera vez la falta de agua a escala nacional debido al crecimiento de la población. Se prevén condiciones de menor humedad para Europa meridional, África (excepto algunas zonas en la región nororiental), grandes partes de América del Norte y América del Sur, Australia meridional y otras regiones.

“Dado que se prevé que el calentamiento generará un aumento de las precipitaciones y las sequías extremas, también se prevé que en un planeta 4°C estos riesgos serán mucho más elevados que en el planeta 2°C. En un planeta 2°C:
-Las cuencas hidrográficas dominadas por un régimen monzónico, como las del Ganges y el Nilo, son especialmente vulnerables a las variaciones en la estacionalidad de la escorrentía, que pueden tener efectos grandes y negativos en la disponibilidad de agua.
- Se prevé que la escorrentía media anual disminuirá entre un 20% y un 40% en las cuencas de los ríos Danubio, Mississippi, Amazonas y Murray Darling, pero aumentará aproximadamente el 20% en las cuencas del Nilo y del Ganges.
La magnitud de estos cambios se duplica, aproximadamente, en un planeta 4°C.

“Mantener una adecuada producción de alimentos y productos agrícolas frente al crecimiento de la población y el aumento de los niveles de ingresos planteará un desafío, independientemente del cambio climático inducido por el hombre. Según las proyecciones incluidas en el Cuarto Informe de Evaluación del IPCC, la producción mundial de alimentos aumentaría en el marco de una suba de la temperatura media local del orden de 1°C a 3°C, pero podría disminuir si la temperatura es más elevada. Nuevos resultados publicados desde 2007, empero, son mucho menos optimistas. Estos resultados parecen indicar, en cambio, que el riesgo de que disminuya el rendimiento de los cultivos aumenta rápidamente a medida que el planeta se calienta. Se han observado grandes efectos negativos a temperaturas altas y extremas en varias regiones, entre ellas India, África, Estados Unidos y Australia. Por ejemplo, se han observado importantes efectos no lineales en Estados Unidos cuando las temperaturas diarias locales aumentan a 29°C, en el caso del maíz, y a 30°C, en el caso de la soja. Estos nuevos resultados y observaciones indican que se corre el gran riesgo de cruzar umbrales de temperatura alta que podrían socavar considerablemente la seguridad alimentaria mundial en un planeta 4°C.

“Los episodios extremos en gran escala, como las grandes inundaciones que interfieren con la producción de alimentos, también podrían ocasionar déficits nutricionales y un aumento de la incidencia de enfermedades epidémicas. Las inundaciones pueden incorporar contaminantes y enfermedades en las fuentes de agua potable y aumentar la incidencia de enfermedades diarreicas y respiratorias. (…) Las variaciones en la temperatura, las tasas de precipitación y la humedad inciden en las enfermedades transmitidas por vectores (por ejemplo, el paludismo y el dengue) así como en otras enfermedades, entre ellas hantavirus, leishmaniasis, enfermedad de Lyme y esquistosomiasis. (…)

“Al elaborar los modelos, generalmente no se incluyen cambios perturbadores y en gran escala en el sistema terrestre, y esos cambios rara vez se incluyen en las evaluaciones del impacto. A medida que el calentamiento global se aproxima a los 2°C y los supera, aumenta el riesgo de cruzar los umbrales de los factores críticos no lineales en el sistema terrestre, con impactos abruptos del cambio climático y regímenes climáticos de temperatura elevada sin precedentes. Como ejemplo cabe citar la desintegración de la capa de hielo de la Antártida occidental que ocasionaría que el nivel del mar suba a un ritmo mayor que el previsto en este análisis o un proceso de acronecrosis en gran escala en la Amazonia que afectaría drásticamente a los ecosistemas, los ríos, la agricultura, la producción de energía y los medios de subsistencia en una región a escala casi continental y podría contribuir considerablemente al calentamiento global en el siglo XXI.

“Dado que las presiones aumentarán a medida que el calentamiento avanza hacia los 4°C y se combinarán con tensiones sociales, económicas y demográficas no relacionadas con el clima, se acrecentará el riesgo de cruzar los umbrales críticos del sistema social. Al llegar a esos umbrales, las instituciones existentes, que en otro momento hubiesen respaldado medidas de adaptación, probablemente serán mucho menos eficaces o inclusive podrían colapsar. Por ejemplo, se corre el riesgo de que el aumento del nivel del mar en países situados en atolones supere las posibilidades de migración adaptativa controlada, y genere la necesidad de abandonar completamente una isla o región. Análogamente, las presiones en la salud humana, como las olas de calor, la malnutrición y la disminución de la calidad del agua potable a raíz de la intrusión de agua marina, podrían sobrecargar los sistemas de atención de la salud al punto en que la adaptación ya no sería posible y sería preciso desplazar a los habitantes”.

“Los pobres probablemente soportarán la peor parte”, termina sosteniendo el informe del BM, para tranquilidad de europeos, americanos del norte y algunos más. En fin. Hasta la próxima.

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